El comienzo de la búsqueda

Hace mucho tiempo, tenia el deseo de emprender este viaje, ya muchos antes de iniciarlo lo había iniciado en mi interior, una voz interna que me animaba a dar un giro a mi vida y salir de lo conocido, siempre me gusto viajar pero el viaje al que estaba siendo llamada era al de mi interior.

Y empecé a cuestionarme, cuál era el papel y propósito de mi vida, tenía una vida tranquila y confortable, un buen trabajo; como trabajadora social y profesora de español de negocios, amaba mi profesión y lo que hacía especialmente el trabajar con refugiados; me hacía sentir, que estaba poniendo un granito de arena para construir un mundo mejor, por otro lado el trabajo con estudiantes me daba otra perspectiva del mundo, la de dos contextos sociales con realidades y situaciones muy diferentes.

Me sentía y era feliz. Aun así, seguía preguntándome si estaba desempeñando el papel que me correspondía en este escenario llamado vida, terminaba de pasar por mi divorcio y mi hija ya iba encontrando su camino; creo que tal vez es lo que llaman «El nido vacío» sentía que, ya había cumplido con los cánones de la sociedad y necesitaba darle un giro de 180 grados a mi vida, a pesar que de que tenía un trabajo que amaba con todo mi corazón y de que, siempre había disfrutado viajar, tenía claro que, una cosa era hacerlo para conocer lugares y otra muy distinta era irse en plan mochila para adentrarse de veras en otras culturas. Recuerdo que, hace un par de años atrás cuando hice una parte del camino de santiago, fue de los momentos en los que más libre y conectada conmigo misma me sentí y me atrevería a decir que: fue a partir de allí que nada volvió a hacer igual, ya no quería seguir en la matrix, sentía que el sistema me absorbía de tal manera que me alejaba cada vez más del verdadero significado y propósito de mi vida.

Fue mi momento de crisis, que me llevó a indagar en diferentes corrientes, seminarios y cursos e incontrar un nuevo propósito profesional y es que muchas veces una crisis, un sufrimiento, una situación compleja o un acontecimiento difícil, nos sirve como detonante o motor para darnos cuenta, de hasta qué punto estamos dormidos y hasta qué punto hemos perdido la voluntad de la búsqueda. Es en esos momentos que de golpe, cara a cara, a la realidad que estamos viviendo, percibimos y nos damos cuenta; lo frágil que pueden ser las cosas en la vida y que todo puede cambiar de un momento a otro, abriendo ante nosotros un abanico de nuevos caminos, que en ocasiones fluyen en direcciones adversas a las que deseamos o tan siquiera imaginamos, aun así si somos capaces de ver más allá de las circunstancias; nos daremos cuenta en su momento, que era exactamente lo que necesitábamos para alinearnos de nuevo con nuestro camino y así retomar de nuevo el sendero que nos conduce a nuestra misión de vida y aunque esto cree ante nosotros un pavoroso abismo ante lo desconocido, es necesario reaccionar y escuchar el llamado de nuestra alma, dando un salto de fe para salir de nuestra ya conocida zona de confort.

A partir de ahí decidí lanzarme a lo desconocido y poco a poco fui preparando el camino, que me va llevando a donde el llamado de mi alma anhela y necesita llegar, con la plena confianza en que mi alma ya conoce el destino.